viernes, 1 de abril de 2011

La Mesa

Luna tomaba un baño y Sole se lamentaba por no ser el primero, el, sobandose el cansancio que lo adormecia, escribe mientras espera:

No tengo ganas de pelear, honestamente estoy contra las cuerdas, toda una tarde de trabajo en el viñedo y boxear con la peonada me tiene sin fuerza, perdóname amada mía, perdóname tu también hija, creo que no voy a llegar a casa, no podré escucharte cuando me digas como te fue con las gallinas en el mercado, oh hija mía no lograre llegar para arroparte antes de que caigas dormida, difícilmente lograre dar dos-tres pasos fuera de la plantación, guardando los guantes y cambiándome de camisa estoy ya cabeceando, rechazo la ayuda de los trabajadores para no quitarles su tiempo, igual me llevan hasta la entrada, un paso mas y estaré en la sala, resisto, resisto cuanto puedo, tres pasos mas y llegare a la cocina, fuerza no me abandones, inútil, ya las piernas no me responden, en la mesa de la cocina toda sucia de mermelada he caído ya hasta mañana



Luna sale de su ducha y poniendole a Sole un dulce en la mano lo ayuda a entrar

Cuando mi maestro muera

Sole y Luna salen del Salon de castigo por segunda vez en la semana, Sole, viendo a su maestra bostezar con dolor, pone una cara dulce y deja sobre la mesa de la profesora:

Hace ya cinco años que salí del salón con la frente en alto, la primaria dejo atrás en la memoria pero no el recuerdo de mi maestra, ella era una mujer dulce que olía a tiza, una regla de madera ocultaba en su cuaderno, un crucifijo atado a su bolso y unos lentes gruesos bastante antiguos, yo la respete mucho, aun cuando ella reprendía esa cabeza loca mía, cuando la llame mama por accidente no se rió como mis compañeros de clase, me defendió poniendo el orden, la señora margarita me enseño varios rumbos de vida, algunos bastante desafiantes, ella me enseño a escribir por gusto, a como jugar con el mundo, a querer a las niñas, a la fuerza me enseño modales y se lo agradeceré.


Ahora que paso el tiempo, que me afeito 2-3 veces por semana y que a las mujeres me las tienen que quitar con palo, puedo decir con libre conciencia que cuando mi maestra muera llorare y reiré, nunca podré ver otra vez a la señora margarita pero a dulces pasos seguiré sus mejores lecciones y las malas las puliré, serán mis lecciones de clase a mi manera pero no mis palabras, esas son de ella


Dios esta llorando…

Luna ha empezado ha cocinar teniendo siempre bajo su ojo a Sole, el ha estado meditando en el jardin , al llegarle la inspiracion Sole escribe Yo un pobre leñador, Un ser devoto de la gracia divina, Ella una guapa lavandera, Una chica que aun tararea mientras se le desquebrajan las manos, Ambos trabajando hasta que suene la campanada de la tarde, final de la jornada, La hora de la merienda y hoy es día de paga Me acompañas a la pradera? Me vienes a visitar? Te pido por favor no me hagas estar tanto tiempo en la plaza a tu espera Lamentablemente el hambre se lleva lo mejor de mí Cuando apareces en la plaza, OH cuando apareces en la plaza amada mía, El cielo y la panza me lloran, Una nube de lluvia trato de llegar pero la espantaste, Llegas para levantarme de la plaza y correr conmigo a la pradera, Sonriente pero silenciosa juegas conmigo para distraer mi fatiga, No me trates de engañar, no te queda ser traviesa, Mi olfato de perro siente ese aroma a quesos, Pero no solo quesos sino también flores, Malvada eres al negarme la comida, Maternal te portas al enviarme a lavarme, Un ángel eres cuando me lanzas a la laguna, Mientras yo nado y me lavo te entran ganas y me acompañas, OH mujer, la comida puede esperar, el aroma a flores se a quedado en ti, Dios debe ser una chica para ayudarte tanto a conquistar a un devoto leñador como yo, OH amiga mía, Dios es una chica Luna lo ha golpeado y dandole su plato de comida le agradece las letras escritas