Visitare la ciudad como para escapar de la belleza de la
granja, la verdad es que te quería ver, dijiste que me visitarías cuando
acabara tu turno, no importa, sírveme un café como me gusta, te esperare una o
tal vez dos horas, verte caminar de aquí para allá con tu delantal ya me parece
divertido y estimulante, que no sonrías mientras cocinas es triste de ver desde
mi mesa, quedan dos clientes y ninguno soy yo, tienes dos deberes y no son
conmigo, cuando descansas y te sientas en mi mesa me sirves un cobrizo café, me
fastidias el pelo y te bebes tu té, si estas triste no lo siento, si estas
brava no me llega, si quieres salir te acompaño, un sol casi derramado sobre
las sabanas puede verse desde la banca de afuera, mis oídos son tu pañuelo y
por petición tuya hare silencio para escucharte, solo interrumpiré una vez para
decir con cautela “ Perdona y será la ultima y vez primera, más azúcar por
favor ” , un hermano mayor haría lo mismo, un padre preocupado igual, un amigo
te escucha
Luna toma la hoja de Sole y guardándosela en el bolso se da una vuelta para provocar a su pareja con el vestido y la promesa de tiempo para el
